Implantar un sistema de gestión de la calidad permite a las
organizaciones enfrentarse de manera satisfactoria a los numerosos retos
a los que debe hacer frente, consiguiendo el éxito a largo plazo.
Implantar un sistema de gestión calidad forma parte del sistema de
gestión de cada organización. En este sentido, a la hora de implantar un
sistema de gestión de la calidad resultan fundamentales tres aspectos:
- El conocimiento, la infraestructura y los procesos operativos de la organización.
- El funcionamiento y la utilidad del sistema de calidad a implantar.
- El conocimiento de la Norma ISO a implantar, generalmente la Norma ISO 9001:2008 y su funcionalidad o adaptación eficaz a la organización en la que se aplica.
Ya vimos que la calidad a lo largo de los procesos de producción
tiene como finalidad evitar un producto final defectuoso. Para lo cual,
la calidad ha de estar presente a lo largo de todo el proceso de
producción, incluyendo el proceso de fabricación. Las organizaciones,
con el objetivo de hacer frente a los retos que se les van planteando en
el día a día y con una visión a medio y largo plazo, optan por
implantar un sistema de gestión de la calidad que incluya, por un lado,
el desarrollo de unos procesos y unos estándares que se puedan medir y
cumplir, y por otro lado, integrar los principios del negocio en dichos
sistemas de gestión de calidad. Algunas organizaciones van un paso más
allá y tienen un enfoque holístico, conjugando en un solo sistema: la
calidad, la seguridad, el medioambiente y la salud.
Sea como fuere, la situación actual arroja que muchas organizaciones
no sacan el máximo provecho de sus sistemas de gestión de la calidad
porque siguen siendo percibidos como un instrumento para mantener el
status quo, en lugar de un medio para gestionar el cambio y la mejora.
Sin embargo, implantar un sistema de gestión de la calidad debe
proporcionar valor añadido a la empresa, permitiendo hacer las cosas
mejor, de forma más barata o más rápida, a medida que el sistema se
desarrolla, persiguiendo la mejora continua.
Motivos principales para implantar un sistema de calidad en la organización
La motivación que impulsa a las organizaciones a implantar un sistema
de calidad en la organización es muy diversa y va evolucionando a lo
largo del tiempo. Esa continua transformación está siendo objeto de
estudio por la literatura actual. Gracias a las investigaciones
realizadas, se pueden establecer tres grupos cuando hablamos de las
motivaciones que llevan a implantar un sistema de calidad en las
organizaciones: motivos de carácter externo o de mercado; motivos de
carácter interno y motivos de eficiencia.
- Los motivos de carácter externo o de mercado recogen aspectos relacionados con el entorno competitivo de la empresa, entre los cuales destaca la presión de la competencia, seguir la corriente del mercado, desarrollar nuevos mercados a nivel internacional, incrementar la competitividad internacional, etcétera.
- Los motivos que tienen un origen interno agrupan la implantación del sistema de calidad como meta establecida por la alta dirección o para mejorar la calidad del producto o servicio.
- Entre los motivos de eficiencia encontramos la reducción de costes y mejorar la satisfacción de los empleados.
Por otra parte, se encuentran los principios de gestión de la calidad,
que actualmente se están intentando relacionar su aplicación con los
resultados empresariales obtenidos tras implantar un sistema de gestión
de la calidad.
También los estudios actuales están tratando de relacionar dos
variables: los motivos que llevan a implantar un sistema de gestión de
la calidad con los resultados obtenidos.
¿Por qué certificar el sistema de gestión de la calidad?
Veíamos a lo largo del artículo la importancia de implantar un
sistema de gestión de la calidad. El proceso queda incompleto sin la
organización no obtiene el certificado del mismo. Obtener la
certificación del sistema de gestión de la calidad, en primer lugar,
facilita la comercialización de los productos y servicios de esa
organización; en segundo lugar, se encuentran las regulaciones y las
exigencias derivadas de la globalización, con procesos más sofisticados y
con mayores responsabilidades en términos de conducta empresarial; en
tercer lugar, aportar un valor añadido a la organización a la hora de
enfrentarse a las auditorías de sus sistemas de gestión.
En conclusión, se puede decir que implantar un sistema de gestión de
la calidad es apostar por la mejora continua en el ámbito de la calidad,
del medioambiente y de la seguridad, comunicándolo a los miembros que
componen la organización.
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